miércoles, 7 de diciembre de 2016

MISA DEL PAN PARTIDO Y COMPARTIDO





I INTRODUCCIÓN

Yo confieso que he pecado
Contra el amor de mi Dios
Contra vosotros, hermanos
Y a todos pido perdón.


II, SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR


Venimos rotos, Señor,
Por el hambre almacenado
Con los sueños en la alforja
Y la sed en la garganta.

Cansados de tu camino
Y el peso de la jornada
Cantamos salmos de espera
Porque llueve la esperanza.

El desierto se hizo largo
—noche oscura—pero el alba
Del gozo apunta y aleja
Todas las sombras del alma.

Tu Palabra nos da vida
Porque en mi tierra sembrada
La maduro con amor
Y la riego con mis lágrimas.

Vienes, Señor, revestido
De canto, llanto y palabras
Anunciando –profecía—
Tu vuelta sacramentada.

Ofertorio de la vida
Carne de asombro en ascuas
Pan, Amor, a nuestra mesa
Sellemos nuestra alianza.




III. EL MILAGRO SE PRODUCE


En la onda del silencio
Con el alma arrodillada
Resuena un rumor de ángeles
Y el eco de sus palabras.

Tomad comed es mi Cuerpo
bebed mi Sangre entregada
Y hacedlo en memoria mia.
Esta es la Nueva Alianza.

Misterio de nuestra fe
Encarnación prolongada
En las manos del ministro
El milagro se remansa.

Asombro del Hombre-Dios
Es la presencia adorada
Y un temblor de amor recorre
Gozos la piel del alma

Que, “¿Dónde está nuestro Dios?”
Sobre la piedra en el ara
Al alcance del deseo
De la mano y la mirada.

El Cenáculo y la Cruz
En tu “memoria sagrada
Convierten todo el pasado
En presente y en mañana.

Dios en la mesa del hombre
Para el hombre enamorado.



IV COMUNIÖN,
CUANDO LA REALIDAD SUPERA AL SUEÑO


Desde entonces comulgando
Toco a Dios y a su misterio

Yo soy la Vid nos dijiste
Y nosotros los sarmientos
Tu eres la Cepa y el Racimo
En el largar prisionero

El Vino, el Agua, la Sangre
Para la sed del sediento.
Yo soy el Trigo, dijiste
Enterrado en sufrimiento.

Tu era la Espiga molida
El Pan candeal y tierno
Carne de Dios regalada
Para el hambre del hambriento.

Desde entonces comunión
Es ósmosis tierra y cielo
Bebienmdo el vino, tu sangre
Y comiendo el pan, tu Cuerpo.

El Cuerpo de Cristo
                                                Amén
Amén es verdad, es cierto
Y ese produce el milagro
De la unión en el encuentro.

Tomadlo, Señor, me tienes
Comido, Señor, te tengo
Que se eternice este gozo
Y este amor que quema dentro.




V. EN MEDIO DEL ASOMBRO TE ADORO



¡Qué bueno, sí que viniste!
¡Qué bien se está aquí, Dios nuestro!
¡Que nadie, señor nos rompa
El abrazo de este encuentro!

Gracias, Señor, muchas gracias
Desde el hueco del silencio,
Que sabe a pan la saliva
y a azucena huele el viento.

Para mi sed sea tu sangre
para tu sed mis desvelos.
Para tus hambres mi amor
Para mis hambres y tu Cuerpo.

Para tu anuncio mi voz
Para mi tierra tu riego;
Para tu Cruz, estas manos
Y en mi cruz, tu, Cirineo

¡Qué bueno que te quedaste,
Santísimo Sacramento
Haciéndote para el hombre,
Pasto, Pastor  y Cordero.

Gracias, Señor, muchas gracias,
Oh halcón de amor en vuelo
Que hasta el cielo me levantas
Y te abajas a mi suelo.



VI. EPILOGO


Tu, Señor Sacramentado
Descecielo bde liz despierta
Misterio de amor oculto
Nos llamas a tu presencia.

Sí, amén, digo a tu Voz.
Mi vida se hace respuesta
Adoradora en la noche
Jugando a ser centinela,

Aunque estoy como el trigo
Para morar en la tierra
Y ser mañana la harina
De tu pan para la mesa.

Aquí recojo el testigo
De tu dulce pertenencia
Y ofrezco mi compromiso
De adorarte sinb reservas.

Amor de nuestros amores
Para mis, para mis miedos tu Fuerza
Para mis noches mi vida
Como cenaste en la espera.

Luz que disipas las sombras
Con temblor de amor se acerca
Esta llama en Ti encendida
Como signo de mi entrega.

Y desde entonces la noche
Me sabe a pan y sorpresa,

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