BENDICIÓN DE LAS LLAVES DE LA CASA
(EN LA FIESTA DE LA FAMILIA)
La fiesta de la Sagrada Familia, Jesús,
María y José (Domingo en la octava de Navidad) ofrece un ámbito celebrativo
apropiado para el desarrollo de algunos ritos o momentos de oración, propios de
la familia cristiana.
El recuerdo de José, de María y del niño
Jesús, que se dirigen a Jerusalén, como toda familia hebrea observante, para
realizar los ritos de la Pascua (cfr. Lc 2,41-42), animará a que toda la
familia acepte la invitación a participar unida, ese día, en la Eucaristía. Y
resultaría muy significativo que la familia se encomendase nuevamente al
patrocinio de la Sagrada Familia de Nazaret, la bendición de los hijos, prevista
en el Ritual, y donde sea oportuno, la renovación de las promesas matrimoniales
asumidas por los esposos, convertidos ya en padres, en el día de su matrimonio,
así como las promesas de los desposorios con las que los novios formalizan su
proyecto de fundar en el futuro una nueva familia.
Pero más allá del día de la fiesta, a
los fieles les agrada recurrir a la Sagrada Familia de Nazaret en muchas
circunstancias de la vida: se inscriben con gusto en las Asociaciones de la
Sagrada Familia, para configurar su propio núcleo familiar según el modelo de
la Familia de Nazaret, y dirigen a la misma jaculatorias frecuentes, mediante
las que se encomiendan a su patrocinio y piden la asistencia para el momento de
la muerte.
Presentamos una oración para la
bendición de las llaves de la casa como signo de todo lo que significa.
Señor y Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús ha querido nacer como
todos nacemos,
de una mujer y del Espíritu Santo.
De esta forma has bendecido a la
familia.
El tiene la llave única en su poder,
la cual cuando Él abre en el cielo,
ninguno puede cerrar en la tierra,
y que cuando Él cierra en el cielo,
ninguno puede entrar en la tierra.
Sin embargo el siempre tiene la puerta
abierta,
la cual nadie puede cerrar,
para que podamos entrar y salir y
habitar contigo
y ser juntos el hogar del amor y de la
paz.
Hoy, en la fiesta de la Sagrada Familia
de Nazaret,
queremos que nuestra familia se
convierta,
en fuente de caridad divina,
en verdadero santuario de la vida y del
amor
para las generaciones porque siempre se
renuevan.
Y como un acto de fe,
te presentamos las llaves de las
cerraduras de nuestras casas.
Queremos ser hogar de puertas abiertas
como dos brazos extendidos que dan la
bienvenida
a todo el que llame en la aldaba.
Bendice las ventanas que dejan entrar la
luz del sol
cada mañana, aunque muchas veces entre
el polvo del camino
y por la noche se asoman las estrellas
que son luces de esperanza.
Bendice nuestras horas de sueño, de paz
y de silencio,
para que fortalezcamos juntos nuestro
espíritu.
Bendice nuestros dolores y alegrías
porque son el corazón de la familia.
Señor quédate con nosotros en nuestra
casa,
para ello, toma las llaves de nuestro
hogar
y de nuestro corazón para que puedas
entrar, y salir.
Toma las llaves de nuestro hogar y de
nuestro tu corazón
para que pueda entrar y salir
en esta doméstica iglesia tu viva
Palabra.
Toma las llaves de nuestro hogar y de
nuestro corazón
para que se abran y consoliden
las puertas de nuestra unidad familiar.
Toma las llaves de nuestro hogar y de
nuestro corazón
para que entrando a nuestra humilde casa
habites seguro con esta familia,
y tus bendiciones gracias nos acompañen.
para ser un hogar contemplativo y orante
e intensamente eucarístico.
Que aprendemos que por las puertas por
donde tu entras
se abren con tus llaves. Gracias, Señor.
Amén.
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